lunes, 23 de noviembre de 2009

visión cromática

Tono, valor y croma
La cualidad que más se diferencia al percibir yuxtapuestas distintas radiaciones del espectro es la del tono (o color).
El tono es la cualidad que nos permite clasificar los colores en rojos, naranjas, amarillos, verdes o azules.
La claridad estaría más relacionada con la luminosidad y brillo. La luminosidad aumenta o disminuye dependiendo de la intensidad del estímulo luminoso.
Otra cualidad del color es la saturación; como contenido de color de una superficie valorada según su luminosidad. Cuando este contenido está referido a otra superficie igualmente iluminada que parece blanca, hablamos de croma.
Estas diferenciaciones solo se pueden atribuir a las diferencias que existen entre los colores vistos como superficies emisoras (fuentes) o como superficies receptoras (dependientes), vistos en relación a otros colores, muchas veces se confunden las expresiones de luminosidad con claridad y saturación con croma.
En el mundo artístico la claridad suele denominarse como valor, el tono se suele llamar matiz y la saturación o el croma como agrisamiento, porque en realidad los colores poco cromáticos se aproximan a la escala de grises de los colores que sólo tienen valor y que van del blanco al negro.

Espacio psicológico del color:
Estas 3 cualidades sensoriales de la precepción cromática podrían formar una representación geométrica llamada sólido del color.
En él la claridad esta en un eje vertical con una escala de grises del blanco al negro, a su alrededor giran sus tonos variando continuamente (como aparecen en el espectro), esta ordenación se sitúa a un nivel intermedio entre el blanco y el negro y como el eje de claridad pasa por el centro de la circunferencia, determina un radio de progresivo aumento cormático; que sería la escala de saturación.
Este esquema elemental no siempre se ha entendido así; la ordenación se empezó a entender a partir de Newton.
La mayor diferencia entre este sólido cromático y el espectro es que en éste no existen púrpuras; en el sólido surgen como resultado de la mezcla de radiaciones de ondas cortas y ondas largas.
Una forma habitual de mezclar estas radiaciones se hace descomponiendo primero la luz blanca con un prisma, dejando luego pasar por una abertura solamente las radiaciones más cortas, después se hac igual con las radiaicones de onda larga y proyectando independientemente ambos rayos sobre la misma pantalla, se producen estos colores violáceos o purpúreos. También puede hacerse lo mismo filtrando los rayos blancos con los mismos filtros de azul y rojo y se proyectasen independientemente superponiéndose en la pantalla.

Metamerismo:
Se puede decir que el ojo, al captar las radiaciones, no percibe la composición espectral sino el resultado de su síntesis o mezcla. El ojo no analiza ni ve por separado cada longitud de onda.
Obtenemos unos mismos resultados perceptivos con gran variedad de estímulos; a este fenómeno psicofísico se le llama metamerismo. Dos colores son metaméricos cuando se perciben de manera semejante aunque sus propiedades físicas sean distintas. Por ejemplo dos colores naranjas formados por distintos pigmentos pero que se han igualado con la luz del día, si se observasen con otra luz, se verían más distintos; esto se debe al fuerte metamerismo.
Cuando los colores tienen la misma composición espectral se llaman isómeros y siempre son iguales. Los metámeros, colores aparentemente iguales pero de distinta naturaleza física, llegan a cambiar notablemente con distinta iluminación; aunque depende de los casos.
Este fenómeno repercute mucho en las mezclas pictóricas, donde los poderes de absorción, reflexión y trasmisión de las radiaciones puede dar lugar a coincidencias aparentes de color con estructuras distintas. Por eso pueden variar mucho los colores que surgen.

















fuente: Jose Mª Gonzalez Cuasante, Maria del Mar Cuevas Riaño, Blanca Fernandez Quesada, introducción al color, akal.

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