miércoles, 14 de abril de 2010

Funciones de la pintura


FUNCIONES DE LA PINTURA. Fernand Lêger. Paidós estética 14. Madrid.
ISBN: 8475096328

Este libro es escrito por Fernand Lèger pero no describe las funciones de la pintura de manera sistemática y objetiva como en una enciclopedia sino que lo cuenta desde su propia experiencia como artista. Hace una reflexión sobre el arte de nuestra época que además está de actualidad.
Están reunidos los principales textos escritos que ha escrito Fernand Léger y se centra en temas relativos a la creación pictórica. Hay comentarios sobre los problemas de la forma, del color, del espacio, de la abstracción, del nuevo realismo o de la figuración que intentan integrarse en un arte que evoluciona gracias a la tecnología y se integra en la civilización tecnológica.
Intenta buscar vías para superar la abstracción y avanzar. Por eso estos textos se refieren a la pintura en relación con la arquitectura moderna, y también destaca la importancia del maquinismo y de los espectáculos colectivos como el circo o el cine.
El libro se divide en 5 capítulos:
-de la tradición a la pintura moderna: aquí habla sobre las funciones de la pintura antigua que era describir la historia ya que había mucha gente analfabeta. Antes la calidad de una obra iba en relación a su calidad de realismo y parecido a la realidad; tenía importancia el objeto, el tema, la perspectiva… en cambio en la pintura moderna y contemporánea esto decae porque prima más el realismo de concepción; la idea, el concepto, el color…y esto empieza a surgir con el impresionismo, Monet, Cézanne… porque son los que liberaron la pintura y continua hasta hoy en día. Los grandes movimientos pictóricos siempre han procedido por revolución de lo anterior no por evolución.
Pero el cine, la TV en color, la imprenta… ha quitado mucho protagonismo a la pintura moderna. Pero gracias a la vida moderna también ha evolucionado; con los escaparates, carteles luminosos, el dinamismo del transporte… hay gente que critica la pintura actual porque dice que ya no es tan bonita y bien hecha como antes pero es que al igual que todo, la vida evoluciona y la pintura también, las obras de arte deben significar algo dentro de su época.
Antes el dibujo y pintura tenían valores separados pero ahora todo se mezcla para mayor expresividad. La composición por contraste llega a una experiencia realista, que era como lo hacían los neo-impresionistas. Todo lo mejor del arte moderno ha pasado por el Salón de los Independientes.
La pintura mural se adapta a las arquitecturas y tiene posibilidades ilimitadas no como la pintura de caballete que vino con el Renacimiento italiano.
En el libro también se explica que el arte por el arte es el que no tiene tema y el arte abstracto es el que no tiene objeto, y éste expresa la libertad que tuvieron los primitivos.
El autor dice que el arte consiste en crear, evolucionar, inventar… como se hace en la pintura moderna, que rechaza el tema y compone sin tener en cuenta las proporciones naturales y no en imitar la realidad como en el Renacimiento italiano o la obra académica. (Y estoy de acuerdo). Aunque no sea figurativo debe haber una relación armoniosa entre color, valor y dibujo.
El error de los renacentistas era correr tras el tema bello porque entonces sería un valor plástico que no se puede copiar, por eso los modernos se rebelan contra ello. Lo bello no se copia; se admira. La obra bella no se explica, no es para la inteligencia sino para la sensibilidad, hay que gustar del arte no comprenderlo. El artista puede producir elementos tan bellos como la naturaleza pero sin copiarla.
En el arte abstracto lo más importante es el color; por ejemplo aunque no haya figuración, los colores complementarios construyen. Se puede hacer un cuadro concreto representativo o deformado e incluso abstracto con el mismo resultado de intensidad y fuerza.
-la estética de la máquina y el objeto:
En este capítulo el autor habla de que las nuevas tecnologías o máquinas se pueden utilizar en lo plástico no como fin sino como objeto para crear, no tenemos por qué negarnos a la evolución tecnológica.
La obra está entre dos valores; lo real y lo imaginado. Una máquina (el diseño de un coche, de un robot…) puede ser igualmente bello que el arte griego o gótico siempre que sus volúmenes y colores estén armonizados. Simplemente lo que ha cambiado es su finalidad, que ahora lo plástico también puede ser útil.
El artista profesional, debido a su orgullo y reconocimiento hace que el verdadero artista, artesano humilde y creador, apenas se aprecie su obra cuando en realidad crea objetos bellos y útiles.
Según el autor, la belleza plástica es independiente de los valores sentimentales, descriptivos e imitativos porque cuando el pintor pinta, se debate entre lo realista (objetivo) y la invención (subjetiva). Así que debe dominar lo geométrico.
Los objetos de la calle, los espectáculos tarmbién deben considerarse arte porque huyen del tema (renacimiento) y tienen estilo, son creados diariamenete por los ciudadanos.
El pintura el cuerpo humano se ha considerado como objeto (como un tema para pintar) y esto debe evolucionar.
Para Fernand Lèger el rostro tiene poca importancia en un cuadro por eso sus obras no son especialmente retratos. Antes el rostro y el paisaje tenían gran influencia pero el arte abstracto ha conseguido (gracias a los impresionistas) la liberación del tema y así el rostro humano y el cuerpo no debe considerarse como valor sentimental de importancia sino como valor plástico (al igual que un árbol, una silla…)
Lo que el autor insiste durante todo el libro es que la evolución artística actual es una batalla entre el tema (Renacimiento italiano) y interés por el objeto y el tono puro como principal. No se debe juzgar un cuadro comparándolo con elementos de la realidad, por su mayor o menor parecido sino valorándola en sí misma.
Los comerciantes e industriales han comprendido que el arte también podía tener un valor publicitario.
-el color y el espacio:
En este capítulo habla de que el color es algo esencial en nuestra vida porque proporciona sentimientos. Al hombre le gusta el color y huye de las grandes paredes y superficies vacías y desnudas de color. Y después de la guerra las paredes se empiezan a llenar de color mediante la pintura mural o pintura de acompañamiento para decorar interiores. Los arquitectos de vanguardia empiezan a interesarse por la relación pintor-arquitecto, color-arquitectura. El volumen exterior de una arquitectura puede aumentar o disminuir según los colores empleados. Esto se convierte en un arte colectivo donde participan varios artistas. Como antiguamente con los mosaicos o frescos.
Después con las arquitecturas de Mies Van der Rohe o Le Corbusier renace la pared blanca y espacios despojados de todo adorno, vacíos.
-el espectáculo y el cine:
El espectáculo moderno se centra en captar al público a través de la sorpresa. Los objetos, luces, colores… ya no son estáticos sino móviles. Los sitios con luz y color son los que tienen más éxito. Y en el escenario el personaje tiene el mismo valor que el objeto o decorado porque en el escenario debe predominar el juego de luz y color, movimiento… y no el de siluetas humanas y en la sala la oscuridad, silencio, inmovilidad…
El cine ha robado protagonismo a la escena con sus ilimitadas posibilidades plásticas.
Por ejemplo en ballets o bailes populares debe dominar la coreografía nueva, y el hombre emplearse como medio, como mecanismo de escena para no robar protagonismo al decorado y objetos.
O también en el circo, con su geometría redonda y velocidad de las acrobacias, deja a los espectadores inmóviles. ( las formas redondas producen una satisfacción visual-táctil). Y el pintor que lo contempla se siente impotente de resolver todo esto en un lienzo porque no hay línea recta ni nada sólido o concreto.
También habla sobre el valor plástico del film “la rueda” de Abel Gance.
Porque la máquina es el actor principal (es el actor objeto). Esta película ha elevado el arte cinematográfico al nivel de las artes plásticas porque el orden plástico siempre se ha limitado a los sentimental y descriptivo y aquí la fragmentación del objeto, contraste de imágenes, buenos encuadres…constituye un avance de tipo técnico y hace que pertenezca al arte moderno. El cine siempre ha intentado imitar al teatro.
Las pelis de vanguardia son reacción contra las pelis con guión y vedette. Se da movilidad y ritmo, planos de detalle… a los objetos para que lleguen a ser plásticos.
El cine lleva 30 años y evoluciona, el teatro permanece inmóvil. Esto es un nuevo realismo.

-el artista y la vida moderna:
Los realismos de un cuadro varían porque cada artista vive en una época distinta. Pero hemos liberado el color y la forma geométrica tanto en el cuadro de caballete como en el exterior de mural.
Es falso que el arte moderno sea para especializados o ricos. Es porque los trabajadores no han tenido oportunidad debido a sus largas horas laborales de acceder a la belleza plástica, a los museos o galerías…y por eso valoran una pintura por comparación con la realidad y no por su valor en sí.
Antes cada etapa histórica (edad media, románicos, egipcios…) tenían su propia forma y tema de pintar pero con el Renacimiento Italiano se estableció el criterio comparativo (es bello si imita bien).
Los acontecimientos plásticos más sorprendentes según el autor es ver Nueva York de noche desde un rascacielos (por los colores, las luces, las proyecciones verticales u horizontales…) y nos crea una sensación muy parecida a la que sentimos cuando vemos una obra maestra.
Como conclusión el artista dice que el pintor tiene que vivir con intensidad cada momento para poder captar el acontecimiento y poder pintarlo.
Como opinión personal puedo decir que ha sido uno de los libros de arte que más me han gustado, por eso me ha sido muy difícil resumirlo sin que perdiese significado (por eso a lo mejor es una recensión un poco extensa) porque considero que muchas cosas que dice el autor son verdad y yo también opino así. Por ejemplo la equivocación de considerar una obra bella por su mayor parecido con la realidad (como en el Renacimiento Italiano) y no por su valor en sí, porque yo pienso que el arte debe basarse en crear y trasmitir sensaciones, en innovar, inventar, crear belleza, y no imitar algo que ya vemos todos los días, pero bueno para esto hay muchas opiniones.
Además el autor no utiliza un lenguaje denso así que ha sido fácil y a la vez muy útil para mí leerlo, he aprendido bastante. “Funciones de la pintura” es como una reflexión de Fernand Lèger, no como una enciclopedia que se hace aburrida y pesada. Por eso recomiendo este libro.

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