lunes, 26 de abril de 2010

la vista y los colores



Las diversas longitudes de onda de la luz son percibidas por medio de los órganos receptores que hay en el ojo, las interconexiones nerviosas y las señales que estas transmiten a través del nervio óptico. Es en el cerebro donde se efectúa el proceso que integra la imagen captada.
Los órganos receptores son los elementos que hay en la retina sensibles a la luz y los pigmentos visuales .
Las interconexiones nerviosas se hallan en la misma retina, y los impulsos que pueden originar incluyen señales "interruptoras".
Las vías ópticas transmiten el mensaje sensorial de la retina al cerebro. Se hallan representadas, de delante a atrás, por la retina, el nervio óptico, la quiasma, y están constituidas por los receptores (conos y bastones) y por tres células nerviosas (neuronas).
Los conos se comportan como lo hacen las células fotoeléctricas, transformando la luz en electricidad, son las diferencias de intensidad eléctrica correspondientes a cada uno de los colores las que permiten identificar y ver los colores. Solo los conos contribuyen a la visión de los colores.
La precepción tiene carácter unitario.
El ojo humano no es capaz de distinguir todos los colores y sus diferentes tonalidades, pero como cada color y cada tonalidad, tiene su propia longitud de onda, con aparatos de gran precisión se pueden notar las diferencias que pasan desapercibidas para la vista más aguda.
Vistos al microscopio, los elementos sensibles a la luz que hay en la retina presentan dos aspectos distintos: conos y bastones.
En la parte central de la retina se hallan solo los conos; en la parte periférica predominan los bastones.
Esta diferencia entre los elementos sensibles a la luz coincide con dos mecanismos distintos de la visión; uno, periférico, que actúa cuando hay poca luz, sin distinguir los colores; y otro, central, que si la luz es suficientemente intensa distingue las formas y los colores.
Daltonismo
Existe una anomalía de la vista que consiste en no distinguir los colores. Se llama "daltonismo" en honor al químico inglés John Dalton que, afectado de esto, hizo sobre sí mismo el primer análisis científico.
Es un defecto hereditario transmitido, pero que afecta particularmente a los hombres. Se considera que lo presentan entre 8 y 9 de cada 100 hombres.
Hay diversos grados de daltonismo. Entre quienes lo padecen, el grupo más numeroso (67%) lo forman los que ven los tres colores básicos pero en proporciones anormales, es decir, unos ven más rojo que en la visión normal, y otros más azul o más amarillo. Esta anomalía solo tiene importancia para los pintores, careciendo de ella para la vida normal.
Los daltónicos "verdaderos" no perciben más que dos colores primarios en lugar de tres. Por ejemplo, todos los colores que perciben son compuestos de una mezcla variada de rojo y azul, en lugar de serlo de rojo, azul y amarillo.
El daltonismo más común se manifiesta en dificultad para distinguir el rojo y el verde.
Una tercera clase de daltonismo, muy rara, es la de personas que no perciben color alguno. Solo las variaciones de intensidad luminosa les permite distinguir los objetos, que es como decir que solo distinguen el blanco, el negro y los grises.
Como se comprenderá, estos dos grupos que padecen daltonismo intenso no pueden ejercer oficio alguno en el que sea importante distinguir los colores, ni conducir vehículos, al no poder distinguir las señales de tránsito.
El Color De Los Ojos
Contrariamente a lo que se podría pensar, el color de los ojos no afecta a la percepción de los colores y, en cambio, tiene una extraña relación con la percepción acústica.
El color de los ojos depende del contenido de melanina en el iris. Las personas con ojos azules, y más aún los albinos - que carecen por completo de melanina- tienen una mayor sensibilidad al ruido.



en la imagen aparece un test de daltonismo

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